En la noche de ayer, en la catedral Nuestra Señora del Carmen se celebró la Eucaristía, seguida por la Hora Santa dedicada a la reflexión y oración por la paz y la reconciliación de Colombia y del mundo. Este espacio permitió a los feligreses sumergirse en un silencio interior, donde pudieron escuchar al Señor y elevar sus plegarias en busca de un país más unido y en paz.

La ceremonia fue presidida por monseñor Joselito Carreño Quiñones, y concelebrada por los padres Diego León Bernal y Miguel González Piedrahita. Durante su homilía, monseñor Joselito enfatizó el llamado de Jesús a amar incluso a nuestros enemigos, señalando que este mandamiento trasciende nuestras fuerzas humanas y requiere la gracia divina para ser cumplido. “Amar a nuestros enemigos sin la ayuda de Dios es imposible”, afirmó el obispo, destacando la importancia de pedir a Dios la capacidad de vivir este amor.

En el marco de la Semana por la Paz, Monseñor Joselito también invitó a los presentes a revisar sus actitudes y violencias internas, recordando que la paz comienza en el interior de cada persona.

La jornada concluyó con un emotivo lucernario que recorrió las principales calles del municipio. Bajo el lema “Uniendo voces construimos país”, los participantes ofrecieron esta caminata en acción de gracias por los frutos de la Semana por la Paz. Desde el Vicariato Apostólico de Inírida, se renovó la invitación a la comunidad para que se conviertan en educadores de paz, empezando en sus hogares y extendiendo este compromiso a todos los ámbitos de la sociedad. Solo a través de estos esfuerzos colectivos será posible construir una nación reconciliada y en paz.