La solemnidad del Corpus Christi se celebra 60 días después del domingo de la resurrección, nos recuerda la presencia de Cristo Jesús en la Eucaristía, la cual es “fuente de amor, de la comunión y del servicio” expresó Monseñor Joselito Carreño.
Ésta celebración, tiene como finalidad aumentar la fe de los creyentes, en la presencia real de Jesucristo, en el sacramento de la comunión él viene a vivir en quien lo recibe y quien lo recibe vive ya para si mismo sino para él; ésta celebración, nos hace más concientes de la presencia real de Jesús entre nosotros, avivando nuestra fe, reconociendo que su sangre derramada es el sello de la nueva alianza con todos los que por fé lo acogen a él, para ser su pueblo y su rebaño que alaba, bendice y glorifica a Dios, tambien, dijo Monseñor: ,”que el cuerpo y la sangre de Cristo, sea para cada uno el soporte, la presencia viva en medio de las dificultades, consuelo en el dolor y angustia y la esperanza de resurrección eterna”.
Monseñor finalizó su homilía expresando que, el sacramento de la eucaristía, es el que nutre a la comunidad y la une en comunión universal para que dé testimonio del amor fraterno cuidando de manera especial a los más vulnerables; que recibir al señor, hecho pan para nuestra vida y salvación es esencial para nutrir nuestra vida, para poder pasar por ésta vida haciendo el bien y sólo el bien y, que Jesús Eucaristía es el antídoto contra el pecado, la muerte y todos los poderes del mal; la eucaristía es el sacramento por excelencia de la fé, es el manantial de la verdadera vida, del verdadero amor y de la verdadera paz.
María Esperanza Castro Torres Oficina de Pastoral de las