Monseñor Joselito Carreño Quiñones inició ésta Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos y la Pasión del Señor, ante un aforo grande de fieles quienes observaron el respeto debido por las medidas de bioseguridad previstas.

Volver a la honestidad y decir no a la corrupción, es a lo que animó Monseñor en su homilía de este Domingo de Ramos que conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén.

Dejarse sorprender por el amor hasta el extremo de Jesús por nosotros, para vivir la humanidad en plenitud, para ser vencedores ante el mal, el pecado y ante la muerte eterna para ser auténticos ciudadanos en el mundo teniendo como centro y referencia permanente a Dios.

Vivir en la fe verdadera para dejar de lado la ceguera espiritual, dejando de lado el pecado para ser renovados en el amor de Dios.

Decir no a la corrupcion, no a la infidelidad; invitó a guardar lealtad, a qué todos seamos una sola familia creyendo y confiandonos a su misericordia, sólo así, se puede ser un medio de cambio para el mundo, el planeta y la casa común.

Aumentando y viviendo la fe para vivir con alegría verdadera pronta resurrección de Jesús; sin embargo, el ser humano busca en lo mundano dónde están las pasiones y placeres pasajeros que solo dejan una sensación de soledad y tristeza moral.

Monseñor finalizó su homilía, expresando que: la verdadera armonía del corazón se logra con el trabajo por la paz y la equidad, siendo bien aventurados quienes han dado y siguen dando su vida para que otros tengan vida y vida en plenitud.

María Esperanza Castro Torres
Oficina de pastoral de las comunicaciones

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