Los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, grupo étnico, color, religión, lengua o cualquier otra condición, todos tenemos los mismos derechos sin discriminación alguna.

En la semana por la paz, el llamado es a reflexionar sobre el derecho que poseen todos los seres humanos con plenitud de igualdad, con derecho a la vida y a qué se le respete, a la dignidad y a la libertad.

Desde la iglesia católica, se invita a asegurar los principios éticos que el estado debe respetar entre los cuales se encuentra el derecho a la vida, principio fundamental de todos los derechos.

La vida humana es sagrada y la dignidad de la persona es la base de una visión moral para la sociedad.

Las Naciones deben proteger el derecho a la vida mediante la búsqueda de medios eficaces para evitar conflictos y resolverlos por medios pacifistas.

María Esperanza Castro Torres pastoral de las comunicaciones vicariato.